LA MALLA VIAL… FEA EXPRESIÓN
DEL SUBDESARROLO
Por: ALBERTO BEJARANO ÁVILA

El endeudamiento sin calcularle su bondad o asegurar el
retorno de la inversión es como pedir un préstamo a seis meses para hacer el
mercado de un mes, es un modo cándido y primario de encubrir problemas del
presente y agravarlos hacia el mediano y largo plazo. Históricamente así es
como hemos enfrentado nuestras responsabilidades y por ello es que estamos como
estamos. El endeudamiento es opción de transición o apalancamiento, nunca
solución de fondo y por ello, “si yo fuera la opinión pública”, juzgaría que el
objetivo no es salir de apuros sino alcanzar la prosperidad y, tal vez, toleraría
una “hipoteca más sobre el futuro ibaguereño” sólo si antes me hubiesen
respondido con claridad estas dudas:
¿Cuándo romperán los
dirigentes su raro silencio sobre el PIB negativo del Tolima, indicador irrefutable
de que hace muchos años entramos en recesión económica? Resulta lógico pensar
que el PIB Ibaguereño representa cerca del 50% del PIB departamental,
¿Cuál es el modelo de
desarrollo para Ibagué, cuál es el modelo fiscal y cuáles son las estrategias
para hacer del nuestro un municipio próspero, pudiente y autosuficiente?
¿Algún día habrá espacio
para los grandes intereses de los tolimenses e ibaguereños en ese egoísta,
insaciable y descontrolado aquelarre de pequeños y espurios intereses?
¿Creemos necesario, justo
y hora de que surjan auténticos lideratos para que Ibagué pueda frenar su
deterioro y erguirse para alcanzar modernidad, dignidad y equidad social?
¿Estamos conscientes de
que sin transparencia jamás podrá prosperar la confianza, el civismo, la
solidaridad y el trabajo comunitario probo y desprendido?
¿Diferenciamos bien entre
la educación impartida para el rebusque y la educación que debería impartirse
para alcanzar civilizada convivencia y verdadero desarrollo?
¿Conocemos cómo se
gestionan los impuestos, si existe control a la evasión, si hay justicia
contributiva y si hay planes de ampliación (sin más impuestos) de la base
tributaria?
¿Qué retribución o
exigencia de reinversión hacemos a las empresas transnacionales a las que día a
día los Ibaguereños y Tolimenses les aportamos cuantiosas utilidades?
¿Cuáles son los planes de
modernización, las proyecciones financieras, los flujos de caja y los índices
de rentabilidad proyectados para el Ibal, Infibagué y demás “empresas
comerciales” del municipio?
¿Para subsanar el
deterioro de la malla vial, además del insuficiente empréstito, se han examinado,
discutido y propuesto otras acciones posibles? Ejemplos damos: Verdadera
gerencia de infraestructura; encargo fiduciario para acopiar recursos de
diferentes fuentes; precisar por comuna los km a pavimentar y su costo para
direccionar estrategias; donación o aportes de grandes empresas nacionales y
trasnacionales deducibles o no de impuestos; adquirir o potenciar plantas de
asfalto; convenios con empresas cementeras; transferencias del gobierno central;
una ley especial; proyecciones sobre las regalías; aportes del programa
Ciudades Amables; construcción de un tranvía; proyección de aportes del
Gobierno Departamental; fondo cívico alimentado por contribuciones generosas de
ciudadanos e ibaguereños pudientes en la diáspora; vías tuteladas por las
comunidades y/o las empresas circunvecinas; estímulos tributarios para la
construcción de parqueaderos elevados; trabajo comunitario; y, ahí sí,
endeudamiento bien calculado y eventual
tasa de valorización.