PAISANOS,
¿Y NUESTRO ACUERDO PA´CUÁNDO?
Es
absurdo negar que el acaecer nacional tenga relativo impacto en la vida
regional, pero también es absurdo que alguien pudiese alegar que la “buena mar”
para el Tolima depende del acontecer nacional y no de nuestro intrínseco deber de
variar el rumbo de la historia. Somos parte orgánica de la geopolítica nacional
pero no somos clones, marionetas o súbditos de las élites centrales y por ello
el carácter regional tiene que acrisolarse en nuestras propias ideas, propósitos
y acuerdos.
El
raro resultado del plebiscito por la paz afirma mi certeza de que la vía
correcta hacia el futuro del Tolima es el empoderamiento regional, razón que no
obsta y sí supone clara posición frente al conflicto. Las ideas autonómicas
orientan la visión del futuro regional porque apuntan a las causas del atraso,
cosa distinta del “redentorismo” santista-fariano-uribista (lo apoyé votando
sí) que no garantiza buen futuro porque sólo busca remediar efectos del atraso
sin rosar siquiera sus causas.
Creo
que el progreso tolimense se enredó porque al eludir la tesis de que sin región
no hay nación perdimos la perspectiva correcta y terminamos creyendo que el
Tolima da votos y Bogotá mieles y de ahí que por años el líder político le haya
cumplido al aparato político nacional pero incumplido a “la tierrita” y esa pifia
de conducta (funesto legado frentenacionalista) se remedia aboliendo el viejo
discurso que nada dice y dando paso franco a la voz propositiva e inclusiva. Reconozcamos
la buena intención política pero no olvidemos de qué está empedrado el camino
al infierno.
Sin
duda urgen tiempos y lugares para profundizar una visión histórica, sociológica,
geográfica y política del Tolima que afirme esa prospectiva
estratégico-territorial correcta que incorpora a cada “fuerza viva”, sin que
importe su impronta ideológica o su postura nacional, como parte vital de la
idea de futuro próspero basado en un espíritu de unidad que sólo se consolida
en la identidad.
Pero
el asunto no sólo es político, también el líder gremial debe idear un modelo
económico para el Tolima, el líder académico ha de madurar un modelo educativo
para la nueva sociedad y el líder social debe repensar las formas de
organización de la sociedad civil. Cada sector o colectivo debe ser “neurona
única” (no aislada y huraña) que se incorpora a la “gran conexión neuronal” que
hace posible una inteligencia colectiva capaz de dialogar, acordar e invitar a
caminar juntos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario